Un domingo 31 de Julio dejaron abandonado en la Universidad de Oriente a un perrito amarrado en una bolsa negra, se le veía que estaba muy adolorido pues sus ojitos reflejaban mucha tristeza. Aun así demostró unas ganas de vivir enormes y este perrito junto a nosotros decidió luchar por su pronta recuperación.
Decidimos llamarlo Suertudo por la forma en la cual lo encontramos “de casualidad” así como encontrar hogar el mismo día de su rescate, recibir mucha ayuda de mucha gente. Este perrito sin duda es un angelito y ahora esta dispuesto a dar amor a quien prometa darle un buen hogar.
Es nuestro consentido y siempre vamos a recordar esta miradita de ternura.
Gracias Suertudo por enseñarnos que la lucha vale la pena y que con fe si se pueden mover montañas...
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